Su objetivo es la evaluación, diagnóstico y tratamiento de todos los trastornos mentales: orgánicos (demencias y otros), por consumo de drogas, esquizofrenia, del humor (depresión y trastorno bipolar), ansiedad (ataques de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, estrés postraumático, fobias y otras), alimentación, sueño, sexuales, de la personalidad (trastorno límite), del control de los impulsos (ludopatía) y otros, en la población adulta.
Ofrece la evaluación clínica y psicométrica, neuropsicológica, por imagen cerebral y otras pruebas biológicas de los trastornos mentales en el adulto, así como la formulación clínica del caso y su abordaje mediante distintos tratamientos biológicos, psicoterapias y otros.